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Paula Cabrera “She is clothed with strength and dignity, and she laughs without fear of the future”

Caos (confusión/desorden)

Así describiría la relación en la que alguna vez estuve.

Mi nombre es Paula Cabrera y quiero compartir mi historia porque se que puede ser de gran ayuda para muchas mujeres que pueden estar pasando por situaciones similares.


Tuve una relación muy tóxica en algún momento de mi vida en la cual se me presentaron muchas advertencias y decidí ignorarlas. Para cuando quise salir de ella ya era muy tarde y alejarme no era tan fácil.

Desde el día 1 me tocó esforzarme por demostrar que era una mujer que valía la pena (cuando claramente yo sabía mi valor). Yo le gustaba, pero él no estaba seguro porque la gente comentaba que no era buena idea estar conmigo por x/y razón. Así comenzó todo y esto solo trajo incertidumbre. Empezó a hacerme muchas preguntas sobre mí. El contestar estas preguntas provenientes de inseguridades de él, al principio parecía "normal" creía que quería conocerme y entenderme mejor. Pero poco a poco me fui dando cuenta que estas dudas nunca terminaban y que siempre quería indagar más sobre mí, mi pasado, mi presente... Porque nada le convencía de que yo era suficiente. Sí, me preguntaba la misma pregunta una y otra vez y yo al ver que nada le convencía empecé a modificar mis respuestas porque tal vez era lo que necesitaba escuchar; pero no. Me decía que lo que le había dicho la primera vez que me preguntaba eso no lo había contestado igual, que era una mentirosa.


Poco a poco la desconfianza de él creció y comenzó a revisar mi celular siempre que podía, me preguntaba quien me hablaba tanto ( por más que yo estuviera hablando con alguna amiga). Me comenzó a celar por todo, cada vez que salía sin él era un cuestionario al día siguiente. El acoso también era parte de la relación, me llamaba cuantas veces fuera necesario para que yo contestara. Y si salía con él no podía separarme de su lado, porque "seguramente yo ya estaba buscando como putear y andar de regalada con los hombres". Cada noche que salíamos era una pelea nueva. Opte por dejar de salir, me alejé de mis amigos y así todo estaba en "paz". Siempre intentando convencerle de que yo merecía la pena. El me decía que su inseguridad era mi culpa porque yo era una perra, puta, regalada, que me le tiraba a todos y dejaba que todos me tiraran. Yo intenté de muchas maneras demostrarle y probarle que estaba equivocado. Pero sin darme cuenta mi autoestima estaba cada vez más empobrecido y me iba creyendo todo lo que me decía. ¿La ropa que me ponía? ¿CÓMO IBA YO A VESTIRME ASÍ?" seguro quiere que todos la vean" " siempre tiene que enseñar algo" esto entre muchas cosas más. Luego cada salida empeoraba, si yo hablaba con alguien que no le parecía me sujetaba con todas sus fuerzas de los brazos, me pellizcaba si decía algo que no le gustaba y me gritaba cosas denigrantes en lugares públicos.


Que vergüenza sentía de que todos me vieran llorar, así que escondí como me sentía por mucho tiempo.

Recuerdo que me fui a una casa con amigos por un fin de semana y el se puso celoso de un amigo con el que estaba hablando, me fue a alegar a un cuarto y me ahorcó, nunca me había asustado más. Lo peor fué que cada vez que me hacía daño él lloraba y me pedia perdon de alguna manera u otra lograba hacer que lo perdonara. Los gritos siguieron, las peleas y preguntas eran cada vez más, el control a todo lo que hacía también. Aguantarme los gritos, insultos entre otros frente a mis amigos, sus amigos, mi familia y su familia; era una actriz hecha y derecha. Pero llegue al punto de creérmelo todo, me sentía agradecida con él por estar conmigo pues quien estaría con una "puta y zorra como yo?" yo me disculpaba en las peleas y creía que si iniciaban por mi culpa. Sin dejar a un lado que él llegó a estar con un par de chavas mientras estuvo conmigo; si estábamos peleando me decía que era por eso y que no contaba eso de que hubiera estado con alguien más, pero sino me lo aceptaba lloraba me decía que me amaba que sabía que había estado mal que por favor lo perdonaba y yo lo hacía. Le creía cada uno de los pretextos que me ponía para cada cosa mal que sabía que él hacía y yo también lo excusaba. Llegue al punto de deprimirme y querer morir porque no valía nada y la única persona que me importaba pensaba super mal de mi.

Llegué a un nivel de depresión en el que yo sabía que no iba a aguantar mucho tiempo más y busque ayuda psicológica. Él lo sabía y yo buscaba ayuda en él porque me avergonzaba pedirla con alguien más pero yo ya no podía seguir sintiéndome así y toque fondo muchas veces. En diferentes ocasiones no conteste mi celular cuando él me escribía y me fue a buscar a mi casa y a la psicóloga. Las veces que peleábamos y no le contestaba llamaba a mi casa o le escribía a mis hermanas para ver si estaba bien o por qué no contestaba, ellas pensado "awh contestale se preocupa por ti", y yo diciendo ah si " no había visto mi teléfono" o me inventaba cualquier pretexto. Varias veces intenté bloquearlo de mis redes y líneas de teléfono pero él siempre encontraba una forma de hablarme, del celular de algún familiar o empleado.


El me decía que sabía que conmigo iba a casarse y que yo era la mujer con quien él se veía para siempre, que era increíble etc; de esta manera me manipulaba pero a la vez me decía mil cosas denigrantes. Estaba sola nunca me había desahogado con nadie y yo no creía que iba a salir de eso jamás.


Con el paso del tiempo fui mejorando pero para yo poder salir adelante tuve que tener mucho valor y buscar fuerzas donde no las habían.

El ser una persona incondicional me trajo muchos problemas. Porque el estar " no importa el qué, ni cómo" se convirtió en una pesadilla. Creo que todos veían lo que yo quería mostrar de mi relación pero nunca les dije que estaba explotando por dentro.

Fui saliendo de la relación pero no fue nada fácil, incluyó gritos, peleas, me jalaba el pelo frente a los demás, me empujaba, me insultaba, miraba las redes de todas las personas que sabían que podían estar conmigo no importaba si los conocía o no, etc. (esto hasta cuando ya habíamos terminado, es decir el acoso siguió)


Llegué a pedirle mucho a Dios que me ayudara a mejorar a tener el valor de alejarme y ahora agradezco donde estoy.


Gracias a eso soy quien soy y sé lo que valgo; que se puede salir de todo aunque sientas que te ahogas y que ya no hay escapatoria.

Llegar a este punto en una relación no es algo de lo que estés consciente y hay muchas cosas de por medio. Yo no entendía como alguien que me "amaba" podía hacerme tanto daño y siempre he creído en segundas oportunidades pero de una segunda oportunidad paso a una tercera y así consecutivamente hasta que se nos salió de las manos a ambos. Siempre que el se disculpaba yo confiaba en que esta vez iba a ser diferente porque pensaba que el “ amor” cambia a las personas. Pero cuando llegas a este punto tienes que saber que ya no se trata solo de “amor” sino que es el respeto lo que debes tomar siempre en cuenta.


Nunca me quedé con rencor, tampoco quiero victimizarme, seguramente yo también cometí errores porque nadie es perfecto. Pero si algo aprendí es que siempre hay que darse a respetar y en el momento que ves que este respeto ya no está presente en tu relación debes alejarte.


No es fácil para nada y más cuando hay sentimientos involucrados, pero nadie se merece que le hagan de menos y te denigren de ninguna forma.


De todo lo malo sale algo bueno y no cambiaría ninguna experiencia vivida.

La mujer que soy hoy viene de mucho sufrimiento de días muy malos y días muy buenos, pero he ido superando, creciendo y aprendiendo con mucho trabajo, valor, paciencia, confianza en mí y fé en Dios.

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